Cañete resuelve su sudoku

Cañete ha resuelto su sudoku. [Ver vídeo]. Tras dos días de conferencias sectoriales de Agricultura —la primera con una orden del día en la que había «un poco de todo» y la segunda centrada en los flecos de la aplicación de la PAC— el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ya puede descansar tranquilo. Aunque no ha satisfecho todas las reivindicaciones, lo cierto es que en algunos puntos ha llegado más lejos de lo que algunos esperábamos, con lo cual, hasta se podría concluir que lo ha hecho con cierto éxito. 

Las nuevas reglas del juego de la PAC se han utilizado para dejar la situación lo más parecido posible a lo que ya existía y para mantener los «sobres regionales», sin embargo, hay que reconocer que agrupar las más de 1.000 regiones agronómicas de España en 22 ó 24 categorías ya es un logro (algunos estimaban que se hiciera en 40, otros en diez). Concretar la figura del agricultor activo como aquel que obtenga más del 20% de sus ingresos anuales de la producción agraria, casi también (algunas organizaciones agrarias exigían suprimir a más «agricultores de sofá», otros pensábamos que el Ministerio apenas iba a modificar la lista negativa establecida por Bruselas). Apoyar a la ganadería extensiva, la gran olvidada en la reforma de la PAC para 2014-2020 supone todo un descanso para los ganaderos…  [Acuerdos del Primer Pilar de la PAC]

No en vano, pese a que las críticas de algunas organizaciones profesionales agrarias hayan sido duras, quizás no tanto como en otras negociaciones. Así, aunque UPA considera que la negociación hispano-española ha sido una oportunidad perdida, reconoce «cierto avance» en lo de agricultor activo. COAG se muestra crítica con casi todo lo acordado, salvo en las ayudas acopladas a la ganadería, donde apunta que habrá que establecer un considerable control. ASAJA Nacional no se ha postulado, pero sus delegaciones en Castilla León y Sevilla (dos de las más activas) se muestran satisfechas —incluso la de Andalucía, donde se han reducido las ayudas de Desarrollo Rural—. Y desde Cooperativas Agroalimentarias, la valoración es positiva, y casi se podría decir que eufórica porque el Plan de Desarrollo Rural se va a destinar a la integración cooperativa.

Sin embargo, quienes muestran claramente su descontento son los productores y exportadores de frutas y hortalizas en fresco, FEPEX, porque el ministro les ha cerrado (tanto a ellos como a los viticultores) la puerta que Bruselas les abrió a recibir, por primera vez, ayudas directas. En este sentido, aunque oficialmente regiones vitícolas tan importantes como Castilla La Mancha y La Rioja, y hortofrutícolas como la Comunidad Valenciana o Murcia, se muestran satisfechas con el acuerdo (no hay que olvidar que están gobernadas por barones del PP), seguro que «en off» afirman haber perdido una gran ocasión para conseguir más fondos para sus productores de frutas, hortalizas y vid.

Pero quizá el punto más preocupante de la negociación sea el correspondiente a los fondos de Desarrollo Rural, donde la aportación del Ministerio de Agricultura se reduce del 50 al 30%. De este modo, el Estado pasa la pelota de la cofinanciación al tejado de las tocadas administraciones autonómicas, que deberán incrementar sus porcentajes del 50 al 70%, con el consiguiente peligro de perder ayudas europeas por falta de cofinanciación. [Acuerdos en Desarrollo Rural]

Y para terminar, dos detalles. Uno: a partir de 2015 la gestión de la futura PAC se llevará a cabo con una aplicación informática común en 13 autonomías con la que se pretende conseguir un ahorro presupuestario y una simplificación de los procesos administrativos (¡Que Dios nos pille confesados! Algunos aún recordamos los problemas iniciales del SigPAC).

Dos: al igual que ocurrió tras culminar la PAC 2014-2020 en Luxemburgo, el equipo de Arias Cañete ha iniciado una tourné urgente por España para explicar in situ los acuerdos alcanzados con las propias comunidades autónomas. Andalucía (la más tocada por los recortes) ha sido la primera, y hasta ella ha viajado la secretaria general de Agricultura, Isabel García Tejerina.

Sin duda, una buena comunicación sigue siendo una buena estrategia.